Bueno primero de todo, para los que no sepáis donde está, os pido que os situéis en el mapa para saber exactamente donde para la Región Tana Toraja. No solo está lejísimos en el espacio de Calle Alba nº9 de Can Picafort, sino que también lo está como choque cultural.
Aquí la tradición manda que cuando muere un familiar, en función de su status, que se sabe con la cantidad de tierras que tiene, tantos búfalos debe sacrificar su familia en su honor en la ceremonia y funeral que puede durar varios días. Así pues una familia humilde normalmente sacrificará 2 búfalos por los más de 24 que pueden sacrificar los más ricos.
Tuvimos la suerte que en un trekking por las montañas nos encontramos con una ceremonia en un pueblecito que estaban en plena ceremonia, aquí solo sacrificaron 2 búfalos pero fue bastante más interesante que la que presenciamos 2 días después donde había unos 12. Antes de presenciar esto, sospechábamos que todo esto de los sacrificios y ceremonias estaría desapareciendo y que a raíz del turismo lo seguían haciendo. Nada más lejos de la realidad, lo siguen haciendo de forma habitual pues el espíritu del difunto no descansará en paz si la familia no realiza la ceremonia aunque esto suponga endeudar a la familia de por vida, que es lo que pasa en muchas ocasiones.
La ceremonia en si consiste normalmente en el primer día la familia recibe a los amigos y familiares con unos bailes conmemorativos al difunto, cantan algunas poesías sobre la vida del difunto y reciben regalos de los invitados que varían desde un cartón de tabaco que es lo que trajimos nosotros, a un cerdo o un buey o búfalo de los más allegados. Por la tarde, en la ceremonia de los más ricos suele haber pelea de búfalos. El segundo día consiste en el sacrificio de los animales que el día anterior ya pueden haber empezado por los cerdos y así la familia reparte carne a todos los invitados. Aquí todavía no han llegado “ses posts de matances” y lo hacen todo en el suelo en una especie de barro de agua y sangre que dudo que a Sanidad le guste mucho.
Ya el tercer o cuarto día dependiendo sí han acabado con el sacrificio, se llevan al difunto dentro de un nicho normalmente excavado en una roca y con su “Tau-Tau”, que es una réplica de madera del difunto que guardará el nicho hasta siempre.
Esto es una explicación breve de lo que vivimos pero la cultura Toraja es mucho más compleja, si queréis más información el google es una buena opción.
Bueno aparte de ceremonias psamos 3 noches y 3 días caminando por las montañas de pueblo en pueblo y durmiendo en auténticas casas Toraja. Es espectacular, hay cada pueblecito metido en medio de las montañas y rodeado de arrozales que parece que estás metido en los dibujos animados de Heidi pero al estilo Toraja. Ha sido sin duda lo mejor del viaje hasta ahora.
No os perdais las fotos para poder apreciar el paisaje y las casas.
Aquí la tradición manda que cuando muere un familiar, en función de su status, que se sabe con la cantidad de tierras que tiene, tantos búfalos debe sacrificar su familia en su honor en la ceremonia y funeral que puede durar varios días. Así pues una familia humilde normalmente sacrificará 2 búfalos por los más de 24 que pueden sacrificar los más ricos.
Tuvimos la suerte que en un trekking por las montañas nos encontramos con una ceremonia en un pueblecito que estaban en plena ceremonia, aquí solo sacrificaron 2 búfalos pero fue bastante más interesante que la que presenciamos 2 días después donde había unos 12. Antes de presenciar esto, sospechábamos que todo esto de los sacrificios y ceremonias estaría desapareciendo y que a raíz del turismo lo seguían haciendo. Nada más lejos de la realidad, lo siguen haciendo de forma habitual pues el espíritu del difunto no descansará en paz si la familia no realiza la ceremonia aunque esto suponga endeudar a la familia de por vida, que es lo que pasa en muchas ocasiones.
La ceremonia en si consiste normalmente en el primer día la familia recibe a los amigos y familiares con unos bailes conmemorativos al difunto, cantan algunas poesías sobre la vida del difunto y reciben regalos de los invitados que varían desde un cartón de tabaco que es lo que trajimos nosotros, a un cerdo o un buey o búfalo de los más allegados. Por la tarde, en la ceremonia de los más ricos suele haber pelea de búfalos. El segundo día consiste en el sacrificio de los animales que el día anterior ya pueden haber empezado por los cerdos y así la familia reparte carne a todos los invitados. Aquí todavía no han llegado “ses posts de matances” y lo hacen todo en el suelo en una especie de barro de agua y sangre que dudo que a Sanidad le guste mucho.
Ya el tercer o cuarto día dependiendo sí han acabado con el sacrificio, se llevan al difunto dentro de un nicho normalmente excavado en una roca y con su “Tau-Tau”, que es una réplica de madera del difunto que guardará el nicho hasta siempre.
Esto es una explicación breve de lo que vivimos pero la cultura Toraja es mucho más compleja, si queréis más información el google es una buena opción.
Bueno aparte de ceremonias psamos 3 noches y 3 días caminando por las montañas de pueblo en pueblo y durmiendo en auténticas casas Toraja. Es espectacular, hay cada pueblecito metido en medio de las montañas y rodeado de arrozales que parece que estás metido en los dibujos animados de Heidi pero al estilo Toraja. Ha sido sin duda lo mejor del viaje hasta ahora.
No os perdais las fotos para poder apreciar el paisaje y las casas.
ei idò aquí tothom deu frisar de que es mori qualqú no????jaja.....vaja festa!!!!.....m´encanten ses fotos q he vist!!!!!besos mil per a tots dos...anau en compte q no sé per on cau toraja ni per on prendre si mheu de menester , així què ....jeje..muak
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